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10 motivos para comer en Sevilla

Nos encanta la primavera, cuando sale el sol y empieza a calentar pero aún no tiene la fuerza que en agosto en la ciudad. Las calles se llenan de turistas y nosotros también nos echamos a la calle… ¿por qué? Hoy te damos 10 motivos para comer en Sevilla.

Quien dice comer, dice beber y pasar el tiempo con nuestros amigos o familia. Si hay algo que nos caracteriza en el sur es nuestro buen vivir y la capacidad de vivir la calle con alegría. Nos da energía salir, interactuar con otras personas y recibir el sol y el calor de la ciudad, incluso nos puede cambiar el ánimo en un día malo.

Te animamos a que disfrutes de la primavera en uno de los tantos bares de Sevilla. Te damos los motivos:

  1. Desconectar

    Uno de los principales motivos para comer en Sevilla es el de desconectar. Desconectar de muchas cosas: el trabajo, nuestra casa, preocupaciones personales… si en algún momento sientes que estás en un bucle, quizás en vez de almorzar o cenar en el sitio de siempre (en la oficina o en casa), te animamos a acercarte a un bar de tapas en Sevilla.
    ¿Qué conseguimos con ello? Movernos en un ambiente diferente, disfrutar de una comida y sabores distintos a los que estamos acostumbrados, conocer a otras personas, pensar en muchas otras cosas, quedar con amigos que hace tiempo que no ves… en definitiva: salir de tu círculo.

  2. Comer saludable

    Si vas a comer en Sevilla, una de las mejores cosas que ofrece su cocina es la dieta mediterránea.
    Huye de los restaurantes de comida basura y disfruta de verdad de una cocina saludable. La cocina andaluza es uno de los aspectos diferenciadores que tenemos en España y en el mundo.
    Tú que estás aquí, aprovecha para comer en Sevilla, será un lujo.

  3. Reunirte con tus amigos

    Hace días, semanas o meses que os encontráis por la calle y decís eso de: «a ver si nos vemos» y después… aparece una bola del desierto. Porque el teléfono nunca suena y en el whatsapp la última que le hablaste fue para felicitarle el año. Pon remedio. Cuenta con esa persona a la que quieres ver, haz un hueco y la mejor excusa: comer en Sevilla.

  4. Hacer negocios

    Porque en nuestra ciudad muchísimos negocios salen de un encuentro en un bar de Sevilla. Deja a un lado las frías oficinas. Si realmente quieres conocer y hacerte sentir cercano a tu posible cliente: queda con él para comer. El encuentro será más cálido, te mostrarás más natural y a la otra persona le resultará más fácil confiar en ti.

  5. Disfrutar de una Cruzcampo

    Porque si algo tenemos bueno en Sevilla es una Cruzcampo fría y no hay nada que siente mejor en estas fechas que una rubia fresquita apoyados en la barra de un bar.
    Acompáñala con una buena tapa y a disfrutar.

  6. Ver el fútbol

    Betis – Sevilla, Sevilla – Betis. Las mismas preocupaciones de siempre que hacen que nos reunamos un grupo de amigos delante de una pantalla de televisión. Y ahora que el Betis está en primera, la diversión se duplica. Queda con tus amigos para comer en Sevilla y después disfrutar del partido de fútbol.

  7. Montaditos

    No olvides las buenas costumbres. Nada como un montadito «de verdad» en un bar de Sevilla. Si sales a comer, o estás de visita, conocerás que el clásico montadito sevillano debe acompañar a toda cerveza fresquita. Ley de vida y en el Patio San Eloy lo sabemos bien.

  8. Vistas

    De la belleza de  Sevilla no vamos a hablar ahora… o bueno, sí. Cómo no hacerlo.
    Comer en Sevilla nos da la oportunidad de perdernos entre sus calles, disfrutar de las vistas que nos ofrecen sus bares de tapas en cualquiera de sus localizaciones. Si vas a comer en Sevilla, que vaya acompañado de un buen paseo por la ciudad, sus olores en primavera es el mejor postre.

  9. Camareros con más arte

    En Andalucía puede, en España con suerte, en el resto de Europa y del mundo… Seguro que no encontrarás camareros con más arte y gracia que los que tenemos en los bares en Sevilla.
    Un motivo más para echar unas risas y dejar a un lado los protocolos. Ve a un bar de tapas y disfruta de su ambiente, sus gentes y sus camareros que nunca pierden la sonrisa.

  10. Porque tienes hambre

    Y porque no somos tontos. Si vienes a comer en Sevilla es porque tienes hambre. Y lo sabes.

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